Pensar en salir de la ciudad a buscar una vida en el campo es una gran empresa para un citadino. Normalmente pensar en dejar un empleo o ingreso monetario relativamente estable es impensable, puesto que cuando se migra al campo la vida cambia por completo en muchos aspectos y a no ser que su trabajo sea virtual y su nuevo hogar le permita tener internet, la tarea es comenzar desde ceros. Empezar desde la nada puede sonar demasiado abrumador si uno lo ve desde arriba y desde lejos, pero la verdad es que una vida de tranquilidad y hábitos distintos vale la pena cada minuto y cada esfuerzo. Antes de llegar a la finca claramente me hubiera gustado haber sabido cosas que he ido aprendiendo poco a poco y que han costado tiempo y dinero. A pesar de esto lo considero como el pago que hay que hacer por aprender, cual si fuera una universidad; la universidad de la vida.
La siguiente lista viene desde mi experiencia personal como persona citadina que un día cansado del afán de la ciudad decidió salir a buscar una vida en el campo, y así ha sido a pesar de todos los inconvenientes y esfuerzos extra que me ha tocado hacer por no tener conocimientos sobre esta maravillosa vida en las montañas.
- La vida va despacio: En un entorno natural las cosas toman su tiempo y al principio puede ser frustrante y desesperante no ver los avances que en una vida de ciudad pueden notarse de forma más inmediata. Poner una semilla a germinar es esperar, trasplantar esa plántula es esperar, ver esa misma planta comenzar a florecer es esperar, ver un pequeño fruto formarse es esperar, aunque al final de todo y si no se han cometido errores en ninguna parte del proceso la cosecha se recibe y es inmensamente gratificante. Lo mismo aplica para casi todo en esta vida: los árboles plantados o los animales de granja, por ejemplo. Es necesario saber que la paciencia es un valor importante y una habilidad para desarrollar en esta nueva vida que le espera, pero también aprender a no desesperarse ya que labores para hacer en una finca hay miles, por lo que mientras planta la semilla y espera puede voltear a mirar a otro lado que tendrá con qué entretenerse. Si usted como yo tuvo poco contacto con el campo antes de tomar la decisión de vivir en él, es mejor que se convenza de una vez que debe bajarle a las revoluciones y al afán al que lo acostumbra a uno la ciudad.
2 Comments
Me sirvió demasiado toda la información..lo único que me preocupa es mi salud física , razón por la cual no podría realizar ciertas labores.
Es una decisión tomada , viviré en el campo
Me pone muy feliz que el artículo te haya funcionado 🙂 A darla toda en esa decisión de vivir en el campo, cuentas con nosotros!